Larga vida al outsourcing en la gestión de nóminas; on premise es algo del pasado

27 agosto, 2020

Todos conocemos la definición de “on-premise”, aquella infraestructura que adquirimos nosotros mismos y de la cual somos propietarios. Hay muchos formatos y modelos pero la característica común a todos es que somos nosotros (o un proveedor) los que nos encargamos de su funcionamiento y mantenimiento a nivel local.  Es un término muy extendido en empresas de cualquier sector pero en este caso me gustaría hablar de su importancia en el de los Recursos Humanos.

Si bien ya existía como solución local, a nivel corporativo y a nivel geográfico, la pandemia nos ha hecho repensar y rediseñar cómo los departamentos de RR.HH. deben tratar la información y herramientas para una correcta gestión del Capital Humano. Nadie estaba preparado para la pandemia que hemos sufrido pero dicha situación nos ha abierto los ojos para evolucionar y mejorar algunos aspectos que no estábamos teniendo todo lo en cuenta que era necesario. Y un aspecto clave a día de hoy es la gestión de las nóminas a nivel internacional.

La gestión de nóminas en la pandemia

La gestión de la nómina es uno de los campos que más problemas generan en las empresas. La internacionalización, las nuevas regulaciones, los nuevos y diversos impuestos, y la creciente pluralidad de tipos de contratos, etc. convierte dicha gestión en una de las tareas más complejas. Y la solución más sencilla es contar con asesores externos especializados en esta materia.

En la ya tristemente famosa época del coronavirus ha habido muchos cambios en las empresas: despidos, ERTEs, cierres temporales, etc. y no todas las compañías tenían el conocimiento ni la experiencia para adaptar su gestión de nóminas a la nueva situación (que además cambiaba cada día). Cada empleado ha tenido un caso personal, unas condiciones laborales diferentes, y necesitaban que sus empleadores contaran con una solución adhoc para cada uno. Pero siendo justos, las empresas tenían que lidiar con otras situaciones de la gravedad de un posible cierre del negocio como para poder dedicar el tiempo necesario para estudiar y analizar cada caso. Por eso el modelo de externalización y las herramientas cloud han sido claves en esta época. De hecho la implementación de herramientas cloud representa el 64%, frente al 33%, según el informe “Sierra Cedar 2019-2020 HR Systems Survey”.

De “on-premise” a la nube externalizada

Ambos aspectos han aliviado a las empresas en la difícil tarea de analizar los diversos decretos emitidos o las dudas e incertidumbres tributarias sobre los pagos de los empleados. Las tecnologías HCM y los sistemas de gestión de nómina en la nube también han servido para monitorear la actividad de sus equipos, obtener una mejor gestión en inversiones, garantizar el cumplimiento entre diferentes ubicaciones y unificar la experiencia de los empleados. Por ello, no nos sorprende que las compañías estén  actualizando o reemplazando sus sistemas de gestión “on premise” a otros basados en tecnologías gestionadas en la nube y además externalizadas. Sobre todo, las grandes empresas ya piensan en crear nuevas infraestructuras basadas en la red y centradas en datos que les permitan gestionar sus RR.HH. a fin de optimizar las actividades operativas de los equipos ubicados en diferentes áreas geográficas, como por ejemplo, para la gestión de las nóminas.

Una buena solución en la nube no solo debe proporcionar funciones globales de gestión de Capital Humano sino también garantizar la flexibilidad para integrar las necesidades locales. De esta manera, cada equipo podrá acceder a los sistemas HCM para aplicar estrategias de gestión del talento en su área de conformidad con los estándares internacionales y con procesos de procesamiento de datos optimizados en todo el mundo. Según datos de Gartner para el 2025 el 60% de las grandes empresas habrán invertido en soluciones HCM distribuidas en la nube para la gestión de sus Recursos Humanos y Talento.

Los beneficios son claros

Tener herramientas a nivel local en las empresas ya no tiene sentido. Hay que saber dar el salto al siguiente nivel porque si no las compañías pueden quedarse obsoletas y dejar de ser competitivas y, lo que es más importante, no saber ni poder valorar a sus empleados.

Para admitir cambios en los procesos empresariales las aplicaciones deben ser escalables, adaptables e interoperables. Está claro lo que las empresas necesitan en este momento: flexibilidad, cumplimiento legal, soporte, servicios ad hoc y reducción de costes. Y la externalización puede tener la llave de esa puerta.

Autor: Enrique Escuin, Sales Manager de ADP España y Portugal