Aborda la desconexión entre las expectativas del empresario y las del empleado

Dos tercios de los empleados buscan activamente otro empleo o están abiertos a cambiar. A pesar de ello, los empresarios informan de dificultades continuas para encontrar el talento adecuado para sus organizaciones. ¿Qué está sucediendo?

En un esfuerzo por comprender mejor qué factores inclinan a los trabajadores a permanecer en su trabajo actual o a aceptar un nuevo puesto, ADP Research Institute® (ADPRI) realizó un estudio entre empleados y empresarios de 13 países. Las respuestas ponen de manifiesto una desconexión entre los trabajadores y sus empleadores en factores importantes como la gestión del talento, la retención y el rendimiento empresarial.

Según el estudio, hay una mayoría de empleados que se enorgullecen de su trabajo y muestran una mayor fidelidad hacia sus empresas que los que sus empresarios creen.  Pero la globalización de los negocios, la política nacional y mundial, los beneficios empresariales y la automatización erosionan la confianza que los empleados sienten en sus empresas y en el trabajo que realizan. Mientras que el continuo crecimiento de las multinacionales y del equipo humano global se ha traducido en unas prácticas empresariales más eficientes y racionalizadas, también ha tenido como consecuencia la unificación de todas las políticas de RR.HH. con el riesgo de asumir un importante grado de impersonalidad para atraer y retener a los mejores talentos.

El yo frente al nosotros

Las prioridades y las actitudes varían entre las distintas regiones del mundo, pero no cabe duda de que en el centro de la desconexión entre empleados y empresarios se encuentra la perspectiva micro/macro: Los empleados se concentran en el día a día: lo que es importante para ellos hoy y lo que les afectará en el trabajo. Los empresarios se concentran en una perspectiva más amplia y a largo plazo: ¿cuál es la salud de la empresa y cómo se están desarrollando los objetivos a largo plazo?

Aunque los empleados reconocen que la gestión del rendimiento y la planificación profesional serán los principales impulsores de la gestión del talento en el futuro, los empleados siguen estando recelosos sobre la importancia y la franqueza de estas iniciativas. Las compañías que puedan solucionar esta desconexión entre las expectativas de la dirección y las de los empleados, y que sean capaces de comprender y tratar las particularidades de cada región/país, estarán mejor posicionadas para adentrarse en una era cada vez más competitiva a la hora de atraer y retener el talento global.